El pasado 23 de Septiembre se realizó en el sendero de “La Garganta del Diablo” de Potrerillos, una actividad de eco-senderismo. Esta actividad tuvo como objetivo, no solamente fomentar el ejercicio como estilo de vida saludable, sino también concientizar, enseñar conductas amigables con el ambiente y cuidado de la montaña a través de la recolección de residuos mientras se recorría el sendero.

Esta actividad fue organizada por el Prof. Emanuel Manzanel (Coordinador del área de educación física), con la colaboración de FundaLEAD, y fue realizada dentro del marco del programa de inclusión social que impulsan ambas instituciones, para crear entornos más solidarios y participativos para las personas con discapacidad . Los principales protagonistas de esta actividad fueron los concurrentes del centro de día, quienes estuvieron acompañados por los profesores Emanuel Manzanel y Emanuel Aguilar, y también los guías de la Escuela de Montaña de la Municipalidad de Luján. Durante la jornada, los guías de la Escuela de Montaña contaron historias del lugar, explicaron cómo afectan a la flora y fauna los desechos arrojados y remarcaron la importancia de mantener limpio nuestro planeta.

Durante el recorrido, se recolectó todo tipo de residuos: desde botellas y bolsas plásticas, hasta materiales de construcción como hierro y metal. Alguno de ellos, como las bolsas y algunas botellas de plástico, tardan 150 años en degradarse a temperatura ambiente; mientras que los metales y hierros al rededor de 500 años. El problema no es solamente el tiempo que tardan en desaparecer, sino que todos estos residuos, afecta de manera significativa la vida de los animales y plantas autóctonas; algunos animales terminan ingiriendo plástico al confundirlo con alimentos, o por acción del viento las bolsas y redes plásticas terminan enredándose en su cuerpo, lo que les puede provocar en algunos casos la muerte.

La crisis climática y ambiental ha hecho que nos replanteemos como sociedad el tipo de planeta que estamos dejándole a las futuras generaciones, pero sobre todo, qué tipo de generación le estamos dejando a nuestro planeta. Es por ello que, a través del programa de inclusión social, se fomenta este tipo de actividades educativas e inclusivas para concientizar sobre la importancia de estar en armonía y cuidar la naturaleza e incluir a todas las personas, con o sin discapacidad, en la responsabilidad de trabajar por una Mendoza más limpia y consciente.